¿Donde empieza y donde acaba el amor? Esta pregunta puede tener varias respuestas, pero no es el tema que nos ocupa en Blue Valentine. Aquí simplemente nos muestra la gran diferencia que hay entre el comienzo de una relación y el final de esta. Las dos caras de la moneda. A diferencia de otros films, no es el paso progresivo de la felicidad a el odio, es simplemente dos historias, una bonita historia de amor y otra mucho más dura de desamor. Muy diferenciadas entre si, la del enamoramiento es una historia bastante agradable de ver, donde sacarás alguna que otra sonrisa, por ejemplo la escena de Gosling con la guitarra y Michelle bailando claqué. La del desamor es mucho mas amarga, muy dura, con unas interpretaciones magníficas que pone los pelos de punta. Merecidísima la nominación al Oscar de Michelle Williams que borda su papel, y esplendido un Ryan Gosling que quizás también se hubiese merecido la nominación. Todo esto unido a una dirección más que efectiva de Derek Cianfrance convierten a Blue Valentine en una de las propuestas más interesantes que ha dado el cine independiente americano en el último año.
J
