martes, 17 de abril de 2012

Mi infancia se marcho con el VHS


El cine, ¿qué representa el cine para chicos como nosotros? Sí, hoy voy a escribir uno de esos artículos nostálgicos que nadie lee, y lo voy a hacer por dos motivos: para empezar porque me he saltado mi cita de los domingos de publicar. Sé que no es importante, es más, mi compañero y yo pensamos que apenas nadie nos lee, y que las visitas que tenemos es más por equivocación que por interés real de lo que podamos pensar sobre el cine, ese cine, que para nosotros es algo tan nuestro, tan parte de nuestras vidas. Estoy así por el hecho de haber hecho una superlimpieza de cosas antiguas, y ¿qué puede ser más obsoleto que las cintas VHS? Mientras iba echando a la basura cintas de todo inservibles, mi niñez iba pasando por delante de mis ojos, tan cual si por un precipicio me estuviese descarrilando. Sé que la mayoría no podéis entender esto, pero es que mientras ustedes jugabais con esos juguetes que aunque estén destrozados le tenéis un cariño muy especial, yo todo el dinero que pillaba me lo gastaba en cintas de video y “malgastaba” mi juventud al lado de las estrellas de cine. Aún recuerdo lo que me decían mis padres “es por lo que te da, ahora son las películas” he de decir que veinte años después la tontería no se me ha pasado, y ya pienso que esa manía de ver cine es tan parte de mí que yo sin cine no sería nada. Así que por eso ando triste, ver cómo iba tirando momentos de mi infancia y adolescencia, recordar como con pocos años ponía en mi salón Pulp Fiction muy bajita para que mi madre no escuchase los tacos y no me regañase, o cómo pasaba las escenas de sexo antes de que alguien saliese de la cocina; también recuerdo ese día con doce años que me fui a dormir a casa de mi hermana porque mi cuñado había alquilado Braveheart, y te digo que en ese momento no había nada que desease más en el mundo que verla. Recuerdos, éstos y muchos más, que espero no olvidar, que no se haya ido todo por las bolsas de basura, y que el cine siempre me acompañe en mis días, tanto alegres como grises.

J