martes, 15 de noviembre de 2011

Jim Jarmusch, el icono indie

Hoy, como otras tantas veces, vamos a desentrañar un poco la filmografía de algún director cuya filmografía merezca la pena. Y mucho merece la pena la obra del director que ocupa el artículo de hoy: Jim Jarmusch. El director norteamericano es probablemente el mayor icono del cine independiente de EEUU desde que iniciase su viaje por el mundo del cine allá por los 80. Sin más preámbulos, vamos a destripar la obra de Jarmusch:


Su primera película, rodada en 1980, es Permanent Vacation, film de presupuesto miserable y que solo cuenta con tres actores acreditados: Chris Parker, Frankie Faison y John Lurie (un habitual en futuras películas de Jarmusch). Podemos afirmar casi con total seguridad que nos encontramos ante la película menos buena del director americano (que no quiere decir que sea realmente mala). No cuenta nada, o al menos eso parece pretender Jarmusch, pero sin duda esta ópera prima es bastante importante para comprender el cine posterior de este director.
Cuatro años más tarde, Jarmusch rueda Extraños en el paraíso, obra clave en su filmografía y que marcará el comienzo de una exitosa carrera en el mundo del cine indie. Protagonizada por John Lurie, Eszter Balint y Richard Edson, la cinta vuelve a contar con un presupuesto bajo, pero esto no amedrenta a Jarmusch que combina tres episodios pensados previamente como cortometrajes y crea un auténtico film de culto y una de las películas con mayor peso en su filmografía.


Siguiendo el camino marcado por su anterior película, en 1986 Jarmusch presenta Bajo el peso de la ley. El blanco y negro vuelve a dominar el celuloide al igual que en "Extraños en el paraíso", con la diferencia que en esta ocasión el realizador de Akron da a su nueva fábula un toque de comedia. El film lo protagonizan John Lurie, Tom Waits (ambos también creadores de la BSO) y Roberto Benigni, y como pasó con la película anterior, se convierte en película de culto del cine independiente americano de los 80.
Finalizando la década de los 80 el cine de Jarmusch va adquiriendo color. Prueba de ello es Mystery Train, rodada en 1989, y en la que Jarmusch abandona el blanco y negro. En esta ocasión, el director norteamericano se traslada a Memphis para rodar una película formada por tres episodios distintos y muy singulares. Con un reparto tan ecléctico como la propia filmografía de Jarmusch, el film se erige como una película divertida y de lo más ligera, en la que Jarmusch no abandona el camino marcado años antes.


Abonado al cine de episodios, en 1991 lanza Noche en la Tierra, una de sus mejores películas a la vez que divertida. Jarmusch se provee de un buen reparto (Winona Ryder, Gena Rowlands, Roberto Benigni, Isaach De Bankolé...) para contar cinco historias distintas acontecidas en cinco taxis. A pesar de que a priori puede parecer un film pesado no lo és, siendo una película ligera y divertida en la que el espectador no se aburre y disfruta del mejor cine del director de Ohio.
Cuatro años más tarde, Jim Jarmusch se embarca en uno de los proyectos más extraños de toda su carrera. Presenta Dead Man, western muy poco convencional protagonizado por Johnny Depp y que despierta simpatías y abucheos entre sus seguidores. Nos encontramos sin duda con la película más controvertida del director americano. Si bien es cierto que la película goza de una atmósfera envolvente e hipnotizante, también es verdad que resulta soporífera por momentos y defrauda a los amantes del cine del oeste más clásico.


Tras este extraño experimento, Jarmusch vuelve a experimentar de nuevo, pero esta vez con un resultado más favorable. Rueda en 1999 Ghost Dog, película sangrienta y apacible al mismo tiempo, con la que Jarmusch recupera el buen camino y se gana nuevos adeptos, dado que es la película a priori más atractiva para el espectador medio. Protagonizada por un fenomenal Forest Whitaker, para muchos este film constituye el cénit de la filmografía de Jarmusch.
Cuatro años más tarde, Jarmusch recopila una serie de cortometrajes que llevaba realizando desde los años 80 y los reúne en la película episódica Coffee and Cigarettes. El tema que aborda cada uno de los cortos es simple: varias personas que charlan de cualquier cosa mientras disfrutan de un café y unos cigarrillos. Como suele pasar en este tipo de films, el resultado de cada uno de los episodios es muy dispar: mientras que algunos son magníficos, otros resultan mediocres. Con todo ello, es una película bastante disfrutable y constituye uno de las grandes rarezas de la filmografía de Jarmusch.


En 2005 Jarmusch nos deleita con su película más comercial hasta la fecha, pero también una de las más exquisitas: Flores rotas. Bill Murray protagoniza este film rodeado de una gran cantidad de buenas y conocidas secundarias (Sharon Stone, Tilda Swinton, Julie Delpy...) y, sin contar nada del otro mundo, Jarmusch maravilla a millones de espectadores con esta agradable y fantástica película. Sin lugar a dudas, uno de los grandes títulos del director de Akron.
Finalmente, en 2009, Jarmusch presenta su último film hasta la fecha: Los límites del control. Protagonizada por Isaach De Bankolé rodeado de bastantes caras conocidas como Bill Murray, Luís Tosar, Gael García Bernal, John Hurt... Jarmusch, al igual que hiciese en "Dead Man", desmonta y redefine un género (en esta ocasión el thriller) dándole su particular toque y creando una película compleja, que deja frío a muchos y fascina a otros tantos.


Y eso fué todo, básicamente en eso se podría resumir brevemente la filmografía de un gran director como es el gran Jim Jarmusch. Si como a nosotros, os fascina el cine de este genio indie, esperemos que hayais disfrutado con este pequeño homenaje. Si por contra, aún no conocéis la filmografía de este director, os animamos desde aquí a que exploréis los enigmáticos mundos que pueblan las películas de este señor. Un saludo, y hasta la próxima.

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