lunes, 5 de septiembre de 2011

Traductores de películas, ineptos como nadie

En el día de hoy vamos a ser un poco críticos (pero sin publicar ninguna crítica), y vamos a ser críticos con un raro espécimen de la fauna cinéfila, un depredador que no deja presa viva en esta jungla de celuloide. Efectivamente amigos, hablamos de los TRADUCTORES DE TÍTULOS.
Estos personajillos, cuyo tarea es únicamente traducir el título original de una película por su equivalente en castellano, han cometido algunas de las mayores atrocidades que se recuerdan en la historia del cine, y vamos a pasar a recordar algunos de estos ultrajes al cine y al lenguaje.
La primera que se nos viene a la cabeza es la película de 2004 Eternal Sunshine of the Spotless Mind, cuyo equivalente literal sería algo así como "Eterno resplandor de una mente inmaculada" (título que personalmente me parece bastante bonito). Pues aquí en España los señores traductores ridiculuzaron a esta fenomenal cinta de Michel Gondry con el horroroso título de ¡Olvídate de mi!, título más propio de una comedia pseudoromántica de Meg Ryan que de una comedia sumamente inteligente (que es lo que realmente és).
Otro caso claro es el de la extraordinaria cinta de terror de Jack Clayton The Innocents. Un título tan sencillo de traducir aquí llegó bajo el nombre de Suspense. En este caso no estamos ante un título sumamente feo, pero es díficil de comprender por qué los traductores optaron por ese y no por "Los inocentes".
El gran Martin Scorsese también se ha visto perjudicado por este tipo de monstruos. Su divertida comedia After hours quedó destrozada al llegar a España, pues los señores traductores decidieron fumarse unos cigarritos de la risa y traducirla como ¡Jo, que noche! Sencillamente lamentable.
Una de mis películas favoritas de siempre también sufrió las maldades de estas alimañas. Hablamos de la fantástica The Shawsshank Redemption, que se tradujo en España con el obvio título de Cadena perpetua. No es de los casos más desastrosos, pero también la incluimos en el saco.
Hay más directores grandes que han visto como sus películas llegaban a este país con títulos poco agraciados. Spielberg tuvo que ver como su Jaws ("Fauces" sería su título más aproximado) se convertía en Tiburón, o Leone como su Once upon a time in the west ("Érase una vez en el oeste", literalmente) en Hasta que llegó su hora.
Podríamos estar así horas, recordando miles y miles de títulos que se han traducido mal, porque desde luego si hay un empleo en el que sobran ineptos es en este, pero no podemos marcharnos sin recordar es el que probablemente es el título peor traducido de la historia del cine. Seguro que muchos los estais pensando, y efectivamente, sí, hablamos de la gran película de Roman Polanski Rosemary's Baby (su título literal sería "El bebé de Rosemary") que en nuestro país se tradujo como La semilla del diablo, título que, además de no tener nada que ver con el original, te destroza totalmente la película.

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