sábado, 14 de enero de 2012

Película recomendada: Oasis (Lee Chang-dong, 2002)

El amor entre dos personas bastante diferentes como un chico un poco tonto, recién salido de la cárcel y al que ni su propia familia quiere, con una chica retrasada mental, que vive sola y que su familia mas bien pasa de su cuidado. Diferentes, sí, pero a la vez tan parecidos. Esta sociedad de seres perfectos dificulta algo tan esencial como es el amor entre personas que, por diversos problemas, no deberían ser amados. Tan duro como esto es la peli, y nos lo muestra con crudeza. Un film lleno de imágenes simbólicas, como la chica jugando a hacer formas con un espejo, o esas ilusiones que evaden de una realidad bien dura y transportan a los personajes a un mundo donde no existen las deficiencias, pero llega la vuelta a la realidad, con un esperpéntico mundo que ni el propio Valle-Inclán podría haberlo hecho tan deformado.
Lo bueno del cine oriental es ese absurdo que si no se pasa de la raya como, por ejemplo, Kitano, consigue una evasión más cercana a la realidad que el propio neorrealismo, del cual tiene muchos puntos en común, me ha recordado mucho a Milagro en Milán del maestro De Sica.
Todo dicho, solamente añadir que la interpretación de Moon So-Ri es de lo mejor que he visto nunca, a la altura de Daniel Day-Lewis en Mi pie izquierdo y que el cine oriental nunca dejará de apasionarle y sorprenderme.
Una grandísima alternativa al cine mucho más convencional como es el occidental.
J

lunes, 9 de enero de 2012

Película recomendada: Vida de Oharu, mujer galante (1952)

Terrorismo social

Escalofriante. Creo que es como mejor se define este maravilloso film japonés. Cuando uno ve películas como esta no puede evitar pensar "es increible, el ser humano es monstruoso", y es bastante cierto. Aún no llego a asimilar cuanto tuvieron que sufrir millares de mujeres que como Oharu no eran más que un objeto, un títere en manos de centenares de hombres. El maestro Mizoguchi intentó en 1952 plasmar sobre el celuloide una historia sobre una de tantas mujeres que durante el Japón feudal no fueron tratadas mejor que un cerdo. Es realmente sobrecogedor el ver como la raza más "inteligente" del planeta es rebajada al nivel de una manada de monos, porque yo creo que por mucha evolución que hayamos tenido, no dejamos de ser bestias.

Hablando un poco de la película en sí, es sin duda una de las mayores joyas del cine nipón clásico. Mizoguchi dirige y adapta extraordinariamente un magnífico guión. La fotografía es preciosa, con un gran reparto y con una colosal Kinuyo Tanaka, inmensa en su papel de mártir. El ritmo es excelente, a pesar de ser japonesa (todos sabemos que el cine oriental tiende a ser más lento que el occidental) la cinta no aburre ni un solo minuto, gracias sobre todo a su narración de corte episódico.

Esta película es una de esas que me cabrean, por todo lo que se ve, y uno siente real impotencia, pero también te hace pensar: ¿hemos cambiado desde que vestíamos con taparrabos y pintabamos animales en las cuevas? Y peor aún, ¿seguirán existiendo mujeres que corrarn la misma suerte que la pobre Oharu? Me gustaría pensar que no, pero todos sabemos que no es cierto. Miles y miles de mujeres son tratadas al día como basura, como simples objetos soportando torturas y vejaciones por parte de hombres que no son mejor que un escarabajo pelotero.

Esto es terrorismo amigos, terrorismo social, el cual sufren al día millones de mujeres su crueles atentados. Un film que debería ser de obligada visión en las escuelas.

Y