miércoles, 30 de marzo de 2011

Quentin Tarantino, el maestro pop

Hablar de Quentin Tarantino es hablar de una de las leyendas vivas del cine. A pesar de no contar con una filmografía demasiado amplia y llevar poco más de 20 años en el gremio, es sin duda uno de los referentes del cine actual y poco a poco se ha ido haciendo un hueco entre los grandes directores de nuestra época. Su magistral y revolucionario uso narrativo, sus ingeniosos y sus chispeantes diálogos, su inteligente uso de la violencia y sobre todo, su amplio gusto cinematográfico que le ha servido para dar forma a sus guiones. Y es que entre los gustos más reconocidos del director norteamericano podemos encontrar géneros tan diferentes como el spaghetti western, la nouvelle vague, el cine de artes marciales o la serie b más bizarra, entre otros, y entre sus directores favoritos podemos encontrar grandes leyendas del cine como son Jean-Luc Godard, Sergio Leone o Sam Peckinpah. Dicho esto, pasemos sin más preámbulos a analizar la filmografía de este gran director:



Los inicios de Tarantino se remontan a los años 80, donde dirige películas amateur en 8 milímetros y escribe guiones para ganarse la vida. Es especialmente significativo el hecho de que escribiese dos guiones que, años más tarde, dirigirían dos directores de renombre: "Asesinos natos", de Oliver Stone y "Amor a quemarropa", de Tony Scott. Gracias al dinero obtenido por la venta de estos guiones se lanza a dirigir en 1992 su primera película seria: Reservoir Dogs, película clave en el cine independiente de los 90. Con un presupuesto muy bajo, Tarantino asienta en su ópera prima las claves de su cine: chispeantes diálogos, el uso de la violencia, su peculiar estética o su variado y exquisito gusto musical. A pesar de ser una película muy independiente, Tarantino se abastece de un más que respetable reparto encabezado por Harvey Keitel, Tim Roth, Steve Buscemi y Michael Madsen entre otros. El film se convierte automáticamente en película de culto y sitúa al director de Tennessee entre las grandes promesas del cine de los 90.

Dos años más tarde Quentin Tarantino dirige la que, probablemente, es su mayor obra maestra y su película más representativa: Pulp Fiction. Tarantino rompe con el concepto de linealidad narrativa, creando una historia dividida en tres actos pero que se narran de manera desordenada. Es especialmente reseñable el tema de su impresionante reparto, pues Tarantino cuenta con actores y actrices que serán habituales en sus foturas películas como Uma Thurman o Samuel L. Jackson, rompetaquillas como Bruce Willis o viejas glorias en un mal momento como John Travolta. La película se convierte en todo un éxito llevándose la Palma de Oro en Cannes y el Oscar al mejor guión original. A pesar de ser una cinta relativamente moderna, es considerada como una de las mayores obras maestras de la historia, gracias a sus ingeniosos diálogos, a sus legendarias escenas, su sutil humor negro y la particularidad de sus historias envueltas en una membrana de cultura pop. Quentin Tarantino, con tan sólo dos películas, es ya un director de gran renombre en Hollywood.

Tras dirigir una de las historias de la película coral "Four Rooms", Tarantino vuelve a la carga en 1997 con Jackie Brown, probablemente la película menos Tarantino de su filmografía. El director estadounidense se inspira en las películas blaxploitation de los 70 para dirigir esta peculiar cinta. Tarantino, al igual que hiciese con Travolta en "Pulp Fiction", rescata a otra vieja estrella hollywoodiense para que protagonice el film: Pam Grier. Completan el impresionante reparto de la película Samuel L. Jackson, Robert De Niro, Bridget Fonda y Michael Keaton entre otros. La película es la menos representativa de su género entre otras cosas por no contener tanta violencia como sus antecesoras y contar con una historia más convencional. A pesar de ello, nos encontramos ante un gran film, plagado de buenas escenas y sobre todo, de una banda sonora exquisita.

En 2003, seis años después de "Jackie Brown", Tarantino saca de la chistera una historia tan impresionante que tendrá que dividirla en dos partes. La obra no es otra que la fenomenal Kill Bill. Tarantino recupera la violencia perdida en "Jackie Brown" y dirige su película más sangrienta hasta la fecha, una película sobre la venganza que Tarantino rueda en dos partes: "Kill Bill: Volúmen 1" (2003) y "Kill Bill: Volúmen 2" (2004). Ambos films reciben una respuesta bastante controvertida, pues dónde algunos ven una historia vacía y estúpida otros ven una auténtica obra maestra del cine de acción. Para las dos entregas Tarantino se vuelve a nutrir de un fabuloso reparto encabezado por Uma Thurman que se ve acompañada de Lucy Liu, David Carradine, Daryl Hannah y Michael Madsen, entre otros. Es en estos films dónde se puede notar a mayor escala el amor que siente Tarantino por el cine de artes marciales de los 70, siendo un auténtico y magistral homenaje del género.

Tras participar en la película "Sin City" junto a Frank Miller y Robert Rodríguez, Tarantino vuelve a la dirección en 2007. Crea junto con Robert Rodríguez el proyecto "Grindhouse", especie de homenaje al cine de terror de serie b que tanto aman los dos cineastas. Ambos acuerdan dirigir una película cada uno y ambas se proyectarán en la misma sesión en los cines americanos. Para este proyecto, Tarantino dirige Death Proof, película a medio camino entre el cine de terror y el thriller, cargado de alusiones a la serie b más bizarra. Una vez más el director norteamericano recupera un actor en horas bajas de su carrera, en esta ocasión Kurt Russell. A pesar de ser, probablemente, su película menos buena hasta la fecha, "Death Proof" está plagada de diversión, de sangre, de humor negro y de magníficas escenas y diálogos, en definitiva de la gran mayoría de las características tarantinianas.

Dos años más tarde, Quentin Tarantino dirige su última película hasta este momento: Malditos Bastardos. Tarantino disfraza de película de aventuras un spaghetti western ambientado en la Francia de la segunda guerra mundial. El director de Knoxville cuenta con un gran reparto encabezado por Brad Pitt, Diane Kruger y Christoph Waltz, que se alza con varios premios por su magnífica interpretación, entre ellos el Oscar al mejor actor de reparto. Es muy clara la influencia de Sergio Leone en este film, por sus imágenes, su música y su puesta en escena, propia del spaghetti western. Y es que, con el paso de los años, Tarantino ha ido demostrando que es una especie de "buitre", pues coge ideas de otros directores y las reúne en sus películas dándole un resultado fabuloso y sin caer en el plagio. Con este film Tarantino vuelve a encontrarse con una gran división de opiniones. Para algunos esta cinta es la idea más ridícula que ha salido de la mente del director americano, mientras que otros la encumbran sosteniendo que es una de las mejores películas del gran Quentin Tarantino.

Dicho esto, y esperando más material de este gran director, nos despedimos. Esperemos que hayan disfrutado del artículo, pero más aún esperemos que disfruten tal como hacemos nosotros con las maravillosas películas que han hecho de este gran cineasta una de las mayores referencias del cine actual y una de los mayores genios de la historia del cine.

Y

domingo, 27 de marzo de 2011

Simón del desierto (Luis Buñuel, 1945)

Argumento: 

El estilita Simón se ha mantenido en penitencia de pie sobre una columna por más de seis años. Un rico devoto le obsequia una mejor columna y Simón realiza el milagro de devolverle las manos a un mutilado. Durante varios días, Simón continúa en penitencia mientras el diablo se le aparece tratando de tentarlo.

Critica: 

Desde siempre me atrajo mas el diablo.
No es solo que no sea creyente, es que desde siempre me atrajeron mas lo malos en las películas, ni que decir ese Jeremy Irons en "la jungla 3", o ese John Malkovich "en la linea de fuego" películas que no pasan del mero entretenimiento pero que un malo muy malote hace que gane algo mas de interés.

Sin tener nada que ver me pasó lo mismo viendo Simon del desierto, yo entre un devoto cristiano subido en una torre sin apenas beber, comer y sin otros bonitos verbos que tenemos en el vocabulario y un diablo que se disfraza de niña atractiva, de cura desconfiado o de su mujer con barbas y una peonza, pues señores a mi me simpatiza mas el diablo.

¿Qué más nos queda?, pues tenemos una comedia muy irónica, con un manco que recupera sus manos y lo primero que hace es darle una colleja a su hijo, un Simon que de beato es pesado, un par de tetas para provocar (porque al diablo le gusta provocar) y un final tosco pero sorprendente que me vuelve a reafirmar, yo prefiero al diablo.
J