Me esperaba mucho de esta película. Desde hacía mucho tiempo le había echado el ojo, esperándome un film duro, realista, puñetero, de esos que te dejan huella, y no me ha decepcionado, aunque con algún pero. Lo de que la dirección es horrible, que he leído por ahí, es totalmente cierto, y es una lástima que sea lo primero que destaque, pero es que con el magnífico guión que tiene, esta película podría haber llegado mucho más lejos si la hubiese cogido un director más experimentado.Aún así es una película cruda, que consigue meterte en la piel de ese hombre sin brazos, piernas, mandíbula, sordomudo y ciego, que va repasando los hechos de su vida que le han llevado a esa situación para al fin poder aceptarla y desear acabar con todo, y, cómo no, igual que a la postre le pasase a Ramón Sampedro, el mayor derecho que tiene que tener una persona, que es el derecho a decidir si quiere o no vivir, le es denegado y, sin más remedio, es ocultado al mundo.
Porque si de algo trata esta película es, sobre todo, del derecho a la vida, a decidir por uno mismo y a respetarse como ser humano, y si de fondo contiene mensaje antimilitarista, pues mejor que mejor.
En fin, que no es el típico film que se le pone a los soldados cuando se alistan al ejercito, aunque deberían hacerlo.
Para terminar os dejo un dialogo que aparece en la película que me ha gustado bastante.
-¿Y qué es eso de la democracia?
-Yo tampoco lo entiendo muy bien, como cualquier otra clase de gobierno, tiene algo que ver con que se mate los jóvenes los unos a los otros.
-¿Y por qué no se matan los viejos?
-Porque los viejos tienen que mantener el fuego en sus hogares.
-¿Y eso no lo pueden hacer los jóvenes?
-Los jóvenes no tienen hogares, por eso se matan los unos a los otros.
J
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