domingo, 17 de abril de 2011

3 historias de amor diferentes

El amor hacia un desconocido.

Carta de una desconocida (Max Ophüls, 1948)

Un día me desperté y vi que tenía una carta que sorprendentemente no era del banco ni de telefónica, así que me dispuse a abrirla con toda la ilusión del mundo, la leí con gran interés y así decía.

Querido Jimix tu no te acordaras de mi, me llamo Paquita, fui tu vecina cuando te mudaste a la gran ciudad, mi pared daba con la tuya y te escuchaba todos los días tocar tu guitarra, tus acordes eran como música celestial para mi, sin darme cuenta me fui enamorándome de ti. Me imaginaba como serías, te imaginaba alto, fuerte, inteligente, guapo y de ojos claros. Un incontrolable deseo surgió dentro de mi, que yo no llegaba a comprender, ¿sería eso que se llama amor? como podría saberlo si yo solo era una chiquilla, aun no entendía de esas cosas. Un día escuche tu nombre por televisión, eras realmente un músico extraordinario y no escatime en esfuerzos hasta dar contigo, no sabes todo lo que siento por ti, eres realmente....

La carta seguía y seguía. Me alegraba saber que tenía una admiradora secreta, andaba realmente emocionado con cada palabra que leía en la carta, cuando de repente me di cuenta de que yo no era famoso, no sabía tocar la guitarra y jamás había vivido en la gran ciudad.
Me di cuenta de que a mi esas cosas no me pasan, (ni cosas mas normalitas que esas), reflexione y me puse a pensar en "relaciones" pasadas, en lo complicado que hacemos las cosas y lo complicado que es el amor. Me di cuenta que tenía que ser un sueño y no sabía si quería despertarme. Entonces sonó el maldito despertador y confirmó lo que me temía, que todo fue un sueño provocado por ver una película de esas que hacen que te entren ganas de enamorarte, aunque solo sea de una desconocida.


P.D. Las únicas cartas que he recibido en mi vida son del banco y de telefónica.
Un amor para toda la vida.
Dejad paso al mañana (Leo McCarey 1937)

Papa, Mama yo no os haré lo mismo, no sé si algún día me iré de casa, pero cuando lo haga mi casa será vuestra casa y podréis estar juntitos para siempre.
spoiler:
La vida pasa tan rápidamente que pocos de nosotros nos paramos a pensar en aquellos que perdieron el compás. Ni siquiera comprendemos sus risas y sus lágrimas, pues no existe ninguna magia que pueda unir en perfecta comprensión a jóvenes y mayores. Hay un desfiladero entre nosotros, y la penosa brecha sólo puede unirse con las antiguas palabras de un hombre muy sabio.

Obra maestra.
Amor en pocas palabras. 
El viento (Victor Sjöström 1928)

Yo, que nunca me gustó el viento, vivo en una zona donde el viento del norte cuando pega, pega con intensidad. Afortunadamente no es nada comparado con el de la película pero desafortunadamente no tiene una bonita leyenda india detrás, la de un caballo soplando desde el cielo que es el que provoca tempestades.
El viento protagonista de una bellísima historia de celos, odio, temor y por último amor. Un viento que no se cansa de acariciar bruscamente el bello rostro de una maravillosa Lillian Gish, un viento que nos enseña de hasta donde puede llegar un ser humano, tanto para lo bueno como para lo malo, un viento tan mudo como visualmente imponente, un viento que nos sumerge en la mas bella de las historias de amor, un viento que no podéis dejar pasar.
Estas son mis tres propuestas para pasar una velada romántica algo distinta, lejos del nuevo cine romántico moderno, estos tres clásicos son tres grandes obras que merecen la pena ser visionadas al menos una vez en la vida.
 
J
 

1 comentario:

  1. De estas tres solo he visto "El viento", y me pareció fabulosa. Habrá que echarle un vistazo a las otras dos, desde luego prometen

    ResponderEliminar