Primer largometraje del ganador del Oscar Adam Elliot, "Mary and Max" narra la larga amistad por correspondencia entre un cuarentón judío y obeso de Nueva York y una niña australiana de 8 años que vive en los suburbios de Melbourne.
Hay personas en el mundo que por un motivo u otro se quedan aisladas de las demás, ellas no eligen ser solitarias, es esta sociedad clasista, egoísta, que muestra el prototipo de personas que son aceptadas o no.
Mary una pequeña, (8 años) australiana es una de esas personas, ella es una adicta a un programa de televisión y al chocolate. Una mancha en su frente hace que sea el hazmerreir de todos sus crueles compañeros de colegio.
Max es un neoyorkino, cincuentañero con problemas mentales, sin amigos, solitario. Además de tener los mismos hobbies que Mary, le da de comer a su pez, que se le muere cada dos por tres (6) y tiene un amigo imaginario que nada más que hace leer libros en un rincón.
Un día Mary decide escribir a alguien de Estados Unidos para preguntarle si los niños vienen en latas de cerveza (como en Australia).
Así acaba entablando una amistad con Max, ese raro judío ateo que le da buenos consejos (algunos muy buenos de verdad) para mejorar su vida.
Si es que Dios los cría y ellos se juntan, si esta claro que por muy lejos que estés, el destino hace que te acabes juntando con tu alma gemela por muy diferente y extravagantes que sean tus gustos. Todo es paciencia y afrontar la vida con una sonrisa cuando te apetezca sonreír y estar abierto a conocer a cualquier persona que se cruce por tu existencia.
Personalmente os cuento que yo siempre fui un niño raro (aunque con miles de amigos) y que nunca podía hablar de cine de verdad con ninguno de mis amigos y ahora tengo varios con los que nos podemos pasar horas y horas comentando pelis y haciéndonos recomendaciones, muy diferente pero a la vez muy parecido como Mary and Max.
Mary una pequeña, (8 años) australiana es una de esas personas, ella es una adicta a un programa de televisión y al chocolate. Una mancha en su frente hace que sea el hazmerreir de todos sus crueles compañeros de colegio.
Max es un neoyorkino, cincuentañero con problemas mentales, sin amigos, solitario. Además de tener los mismos hobbies que Mary, le da de comer a su pez, que se le muere cada dos por tres (6) y tiene un amigo imaginario que nada más que hace leer libros en un rincón.
Un día Mary decide escribir a alguien de Estados Unidos para preguntarle si los niños vienen en latas de cerveza (como en Australia).
Así acaba entablando una amistad con Max, ese raro judío ateo que le da buenos consejos (algunos muy buenos de verdad) para mejorar su vida.
Si es que Dios los cría y ellos se juntan, si esta claro que por muy lejos que estés, el destino hace que te acabes juntando con tu alma gemela por muy diferente y extravagantes que sean tus gustos. Todo es paciencia y afrontar la vida con una sonrisa cuando te apetezca sonreír y estar abierto a conocer a cualquier persona que se cruce por tu existencia.
Personalmente os cuento que yo siempre fui un niño raro (aunque con miles de amigos) y que nunca podía hablar de cine de verdad con ninguno de mis amigos y ahora tengo varios con los que nos podemos pasar horas y horas comentando pelis y haciéndonos recomendaciones, muy diferente pero a la vez muy parecido como Mary and Max.
Impresionante trabajo en plastilina del ganador del Oscar al mejor corto animado en el año 2003. Animación para adultos que trata temas tan maduros como el amor, la amistad, el perdón o la salud mental. Imprescindible sin duda.
J
Tengo que verla, tiene una pinta genial, y la critica desde luego lo merece
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