El valor de las cosas bien hechas
Adoro las películas ambientadas en cárceles, tienen algo especial para mi. Es un subgénero, el drama carcelario, cuyas películas siempre veo con muchas ganas, y no es para menos dado que muchas de mis películas favoritas están ambientadas en cárceles o similares. Desde grandísimos clásicos como "Traidor en el infierno", "La gran evasión" o "Alguien voló sobre el nido del cuco" a grandes joyas "modernas" como "Cadena perpetua", "La milla verde" o "En el nombre del padre". Son muchos los peliculones que se pueden clasificar en este subgénero y muchas que son para mi películas clave en mi filmoteca particular, y desde luego, "La evasión" entra por la puerta grande en ella.
El señor Jacques Becker nos ofrece una obra maestra póstuma que desde luego puede considerarse una de las mejores películas del cine europeo clásico. Una película con una puesta en escena bien sencilla y con actores casi amateur que desemboca en una auténtica obra maestra, una película emocionante, preciosa y sobre todo con un muy particular sentido d elo que es la amistad, porque básicamente esta película trata de las relaciones entre 5 presos muy singulares, demostrando que con esfuerzo y trabajo en equipo pueden llegar a cumplir sus quiméricos sueños de fuga.
Los cinco protagonistas, a pesar de ser casi todos debutantes, están fantásticos, con principal mención a Phillippe Leroy, Jean Kéraudy y Raymond Meunier. Cinco personajes con los que el espectador de manera sorprendente empatiza casi al instante, a pesar de que pueden ser asesinos, violadores o ladrones, el espectador conecta con ellos, los ve como buenas personas con el sueño de salir de esa prisión.
Momentos inolvidables como la apertura del túnel, la exploración por los sótanos, la manera de burlar a los guardias o la magnífica secuencia final hacen de esta una película impresionante, una obra maestra que no deben dejar escapar. Cuando la vean solo podrán decir: "Chapeau, monsieur Becker".
El señor Jacques Becker nos ofrece una obra maestra póstuma que desde luego puede considerarse una de las mejores películas del cine europeo clásico. Una película con una puesta en escena bien sencilla y con actores casi amateur que desemboca en una auténtica obra maestra, una película emocionante, preciosa y sobre todo con un muy particular sentido d elo que es la amistad, porque básicamente esta película trata de las relaciones entre 5 presos muy singulares, demostrando que con esfuerzo y trabajo en equipo pueden llegar a cumplir sus quiméricos sueños de fuga.
Los cinco protagonistas, a pesar de ser casi todos debutantes, están fantásticos, con principal mención a Phillippe Leroy, Jean Kéraudy y Raymond Meunier. Cinco personajes con los que el espectador de manera sorprendente empatiza casi al instante, a pesar de que pueden ser asesinos, violadores o ladrones, el espectador conecta con ellos, los ve como buenas personas con el sueño de salir de esa prisión.
Momentos inolvidables como la apertura del túnel, la exploración por los sótanos, la manera de burlar a los guardias o la magnífica secuencia final hacen de esta una película impresionante, una obra maestra que no deben dejar escapar. Cuando la vean solo podrán decir: "Chapeau, monsieur Becker".
Y
tiene una pinta tremenda, la vere en estos dias :)
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